Luis Miguel y Alejandro Fernández son dos grandes de la música mexicana, quienes actualmente estarían enemistados y a punto de entrar a una batalla legal, por un incumplimiento de contrato por parte de "El Sol", al cancelar por segunda vez la gira "Pasion Tour", tras pasar un año y medio en negociaciones con su compatriota para poder realizarla.

La semana pasada la empresa Star Productions, propiedad de Alejandro Fernández, impuso una demanda civil en contra de Luis Miguel por la infracción del acuerdo que ambos cantantes tenían, el que incluía 5 millones de dólares entregados por adelantado al intérprete de "La incondicional". Por lo tanto, la parte querellante está dispuesta a llegar hasta las últimas consecuencias con tal de obtener su dinero de vuelta. "Me regresa mi dinero o lo meto a la cárcel", comentó muy molesto el músico a la prensa local. 

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