¡No es cine Gore, es Kim Kardashian! Ella tiene por costumbre llevar los tratamientos de belleza a niveles inimaginables. Fue el caso del Plasma Rico en Plaquetas (PRP), procedimiento de belleza facial que consiste en extraer sangre del paciente para separar el plasma e inyectarlo en la piel con motivo de rejuvenecerla. Esto ocurrió en 2013, pero actualmente algunos científicos se han referido a lo efectivo de la práctica.
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El "facial de vampiro", como se le ha llamado, fue una sus publicaciones más virales durante aquel año, pero aun así reconoció que no lo volvería a probar. ¿Por qué? según las declaraciones de la socialité, debido a que de todos los tratamientos que ha realizado es el más doloroso. Kim no pudo tomar analgésicos para el dolor, ya que se enteraría de que estaba esperando a su primera hija, North West.
Según las informaciones del sitio Telemundo, el doctor Alexes Hazen, miembro de la Sociedad Estadounidense de Cirujanos Plásticos, expresó que a pesar de que el tratamiento demuestra resultados en al menos 22 pruebas realizadas, “Se necesitan más estudios para optimizar las técnicas de tratamiento de PRP..."
¿Hasta dónde puede llegar la excentricidad por la belleza?
