El sábado pasado la duquesa de Sussex, Meghan Markle, estuvo de cumpleaños, fecha que pasó en el matrimonio de Charlie van Straubenzee, un amigo muy cercano del príncipe Harry, al sur de Inglaterra. 

Ese día, la ex actriz estadounidense recibió regalos de familiares y amigos, pero también de admiradores y personas que no conoce directamente. Justamente estos últimos son los que Markle deberá devolver, al igual como lo hizo con algunos obsequios que le hicieron para su matrimonio. 

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Según el protocolo, todo miembro de la familia real está obligado a rechazar regalos de marcas o personas que no conoce personalmente: "Los obsequios ofrecidos por personas privadas que viven en el Reino Unido y que no son personalmente conocidos por la familia real deben rechazarse cuando existan dudas sobre la procedencia o las motivaciones del donante", establece la norma.

Además, es una forma de proteger a cada integrante: "Por razones de seguridad, el Equipo de Correspondencia de la Reina no puede aceptar regalos que no hayan sido solicitados".