Los tatuajes son expresiones de arte que se pueden plasmar en el cuerpo, y si de expertos hablamos, ese es sí o sí Claudio Guajardo. Él se ha transformado durante el último tiempo en el preferido por diversos artistas de la palesgtra nacional, como Dj Méndez y algunos futbolistas. Tal es así, que Mónica Aguirre lo escogió para restaurarse una mariposa que tenía en su cuello y que necesitaba un retoque. 

 

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Antes de dedicarse de lleno a su pasión, Claudio estudió dos carreras que las dejó inconclusas, ambas relacionadas con el área de la Ingenería, y luego entró de lleno a este oficio. Su debut en la farándula fue con una compañera que tenía en la educación básica, se trata de nada más ni nada menos que Kathy Contreras. 

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“Siempre fui bueno para el dibujo y ahí empezó este bichito. La Kathy sabía que yo dibujaba y me habló para un tatuaje, le dije que bueno y le hice unos pajaritos que tiene en la muñeca. Ella le dio el dato a Camila Nash y fui a su casa y empezó a correr la voz por el lado más farandulero”, afirmó el artista al diario La Cuarta. 

A la hora de escoger al rostro televisivo que más le ha llamado la atención, Claudio reconoce que ese es DJ Méndez, y que además ha tenido la dicha de plasmar este arte en el resto de su círculo más cercano. "Uno de chico escucha sus canciones y de pronto estás en el patio de su casa, al lado de la piscina, tatuándolo. Estoy súper agradecido de él, porque me abrió las puertas en toda su familia", declaró. 

La más indecisa, según su opinión, es Camila Nash, quien le cambió varias veces el diseño escogido. En la vereda contraria, Alison Mandel es la más segura, a pesar de que su tatuaje le significó un gran desafío. "Le hice unos pajaritos de color, jugué con el diseño, porque la idea es que cuando tome el micrófono se vean y brillen. Cuando la enfocaban en el Festival de Viña se veían. Le he hecho varios", comentó. 

Y aunque usted no lo crea, y muy contrario a lo rudo que se ve, Claudio reveló que Pascual Fernandez ha sido uno de los clientes más alaracos que ha tenido y que Matías Vega lloró durante gran parte del proceso.