“Ve a ayudar a las chicas”. Con esas palabras y pese al dolor por las dos fracturas que había sufrido en sus piernas, la gimnasta Samantha Cerio le pidió a Jeff Graba, el entrenador del equipo de la Universidad de Auburn, que la dejara y fuera a dirigir a sus compañeras.
Su idea, a pesar de la horrenda lesión, era que su equipo buscará conseguir la clasificación para la siguiente etapa del torneo.
"Sam es el corazón y el alma del equipo", remarcó Graba después que las Tigers de Auburn lograran el pasaje para la final regional de la NCAA.
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"Esto es lo que ha transmitido en el equipo durante cuatro años", añadió el entrenador, que reconoció que nunca había vista una lesión tan espeluznante como la que sufrió Cerio después de un doble salto mortal fallido.
Pero a pesar de la lesión de su compañera y mejor gimnasta del equipo, las chicas de Auburn encontraron la motivación para avanzar a la final regional ante las universidades de LSU, Minnesota y Utah, en busca de la gran definición nacional del 20 de abril en Fort Worth, Texas.
Abby Milliet, una de las más experimentadas del equipo junto a Cerio, explicó el sentimiento que invadió al grupo.
"Sam es muy apasionada en todo lo que hace, especialmente con este equipo. Así que junté a todas en una ronda y les dije: 'No nos vamos a poner tristes, no lo vamos a estar. Vamos a hacer lo que ella quiere que hagamos y encender la llama. Este es el momento para que tengamos una nueva llama. Sam no querría que nos rindiéramos", relató.
Cerio, que estaba cumpliendo su última temporada como gimnasta y que a partir de ahora se focalizará en su carrera de ingeniería aeroespacial y en su rol de presidente del Consejo de Estudiantes y Atletas de Auburn, siguió el desempeño de sus compañeras a través de las redes sociales.
"Amo a mí equipo" y "Por siempre un águila guerrera", escribió en su cuenta de Twitter.