Federico esconde que le gusta la complicidad que está teniendo con Almendra, encendiendo las alarmas de Leonor y Octavio. ¿Será este un juego para vengarse o es que realmente se gustan? Primero lo invitó a casa, esperándole vestida solo con una toalla. Ahora dentro, el psiquiatra quiso hacerle un regalo relacionado con sus aspiraciones más ilusorias, pero a la vez insinuarle un insinuante juego en que ambos se están envolviendo.

Un objeto de valor dejará al descubierto para Leonor lo que está viviendo su ex.