Apenas podían articular palabra. Rodrigo decidió contarle toda la verdad a Alejandra sobre por qué no quiso casarse con ella. Las fotos que tomó Santiago hablaban por sí mismas, por lo que ya no tenían escapatoria. Mónica no podía más de tristeza por las duras palabras que le dirigió su hermana ante lo ocurrido.

Santiago, por su padre, se acomodó como espectador ante el hecho que podría dejarle el camino libre para estar con su amante, que no podía más de rabia ante la infidelidad de su ex prometido.