Mauro no entendió la actitud de José Luis en su departamento. Estaba muy molesto por la visita que recibió y se fue. No contestó llamadas y simplemente desapareció de su mapa.

El entrenador se fue directo a la oficina de José Luis. Maniobró con su secretaria para encontrar el momento preciso para entrar y poder verle.

Sin embrago, Isabella había salido hace poco de hablar con su esposo y al ver entrar a Mauro se devolvió para encararlo.