Franco León y Sofía Stolzenbach están disfrutando de su amor... pero no todo podía ser perfecto. Es que ella tiene ganas de trabajar en su línea de chocolates con Elena (María José Prieto), la madre de su pareja.

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Y ese es un gran tema para el rol de Nicolás Oyarzún, ya que, hasta ahora, él no ha logrado perdonar a su progenitora, quien lo dejó solo con su padre a los 4 años de edad.

Respecto a la cercanía entre Sofía y Elena, Montserrat Ballarín destaca que "ellas empiezan a enganchar porque tienen hartos puntos en común, son parecidas en algunas cosas y Sofía siente eso y, además, quiere que ella trabaje en su emprendimiento".

La mujer que al principio de la teleserie fue dejada plantada en el altar, como señala su intérprete, "llegó con la convicción de quedarse para siempre en la isla y por eso también su negocio de chocolates es muy importante", a lo que agrega que "ella sabe que Elena es artista, entonces piensa en ella para que diseñe los envoltorios y toda la gráfica de estos chocolates". 

Y este vínculo con Elena, ¿podría traer problemas entre Sofía y Franco? Ballarín responde que "hay que poner atención ahí, porque, claro, Franco no tiene una buena imagen de su madre y obviamente puede no ver con buenos ojos que su polola se acerque a ella, así que hay que estar atentos a lo que pase... este amor no va a ser fácil".