Aníbal Ramos llega para tomar la declaración de Mariano Beltrán por la desaparición de su exasistente legal, Gustavo. El presidente electo desvía la atención de las declaraciones refiriéndose al estado de salud de su hijo, Benjamín Bennet. Sin embargo, el fiscal Ramos le contará que su otro hijo Francisco puso la denuncia por presunta desgracia. Mariano quedará en silencio.
Florencia le contará a su tía que las gotas que le suministraban eran ácido láctico y que prácticamente la envenenaban, haciéndolo pasar por medicina para su enfermedad. La joven se quedará consolando a su tía, ya que Pilar demuestra una conmoción casi nula por lo que estuvo a punto de ocurrirle a su hermana. Le está costando disimular que ella orquestó el envenenamiento.
Cinthya busca nuevas evidencias con la brigada. Prácticamente están “peinando la zona”, para encontrar vestigios de Gustavo. Sin embargo, David intenta calmar a Mariano al haber hecho un trabajo de sutileza para borrar toda pista de su muerte. Al menos del lugar donde el equipo de investigación busca.
Francisco decide irse de la casa. Ya no confía en su padre, que vivirá un momento en que se sentirá más solo que nunca.