Aníbal Ramos llega para tomar la declaración de Mariano Beltrán por la desaparición de su exasistente legal, Gustavo. El presidente electo desvía la atención de las declaraciones refiriéndose al estado de salud de su hijo, Benjamín Bennet. Sin embargo, el fiscal Ramos le contará que su otro hijo Francisco puso la denuncia por presunta desgracia. Mariano quedará en silencio.
Francisco decide irse de la casa. Ya no confía en su padre, que vivirá un momento en que se sentirá más solo que nunca.