Bruno se quedó a dormir con Rosario y ella quiso atenderlo como un rey. Sin embargo, quienes no le dieron una muy buena acogida, fueron sus hijos quienes se enojaron mucho, al saber que no había llegado a casa.

Y Rosario no encontró nada mejor que contarle a Violeta todo lo que había pasado en la noche. La mamá de Bárbara le aseguró que está muy feliz y que el capitán está muy enamorada de ella.

Además, Violeta está muy triste y desilucionada del capitán. La hija de queno no entiende cómo pudo estar tan rápido con Rosario, si él mismo le había señalado que sentía cosas por ella.