Jeiza ha dado con el paradero de Bibi y ha desplegado un nuevo operativo para apresar a Sable y Rubito, los líderes de la mafia. En un momento, se encontrarán frente a frente apuntándose con sus armas. Bibi no es la de antes y está completamente inserta en el mundo del callejón. 

Irene tiene en sus manos la vida de Elvirita y puede acabar con su vida en medio del operativo anti-mafia. Un arma con silenciador puede detonar la muerte de la madrastra de Caio. ¿Nuevamente hará gala Irene de su sangre fría a la hora de perseguir sus objetivos?