María Luisa sacó sus garras y defendió con dientes y uñas a su hija. La novia de Franco citó en su departamento a Gabriela, quién llegó sin saber que su hijo había estado interrogando a Amelia con el fin de saber cuál es la relación que tiene ella con Agustina.
Al ver que la verdad está cada vez más cerca de salir a la luz, Maria Luisa le exigió a la asesina de Muriel que contralara las acciones de Leonardo, recordandole que sabe quién mató al padre de Ricardo y a la fiscal.