Rosalía lo había advertido... si se topaba con su amiga Sofía le iba a contar la verdad de todo el asunto: que Franco es el misterioso hombre Risopatrón detrás de la felicidad de Sofía domando los caballos. 

Es por eso que cuando se la encontró en el hotel boutique de Doña Doris, Sofía le contó a su amiga la novedad sobre su nuevo trabajo, fue ahí cuando Rosalía explotó y le dijo que no podía dejar su emprendimiento por una farsa.