Escandalosa, muy recargada en su estilo y profundamente consentida por su padre y su hermano. Así es Maite, mujer independiente, proactiva y que sin mayores estudios ha logrado hacerse un nombre y ser reconocida como masajista. Dueña de un pequeño city car, en el barrio le llaman “la poto con ruedas”, pues se desplaza en su vehículo hasta para las distancias más cortas. Celosa y aprensiva con “sus hombres”, la joven se encarga de espantar a las posibles interesadas en ellos.