Hermana gemela de Celeste, mamá de Andy y esposa de Carlos Rojas, Carolina Miranda es una mujer atractiva, entusiasta y bastante cómoda. Mientras su hermana Celeste es todo trabajo, organización, y ama echarse encima responsabilidades, Carolina les hace el quite a todo y evade permanentemente sus responsabilidades. Su infancia estuvo marcada por su estrecha relación con su hermana gemela. Celeste era la matea y Carolina, la alegre. Lo bueno es que siempre se han apoyado y se han contado todas las cosas. Por eso cuando Celeste decidió meterse a monja, ella lo sintió como un abandono.
Desde que se casó con Carlos su vida tomó un camino diferente; viviendo una buena situación económica, Carolina dejó de trabajar para criar a su hijo Andy y se prometió volver una vez que su pequeño creciera. Pero eso nunca ocurrió porque terminó por habituarse a su rol de dueña de casa. Eso hasta que Carlos la involucró en una estafa y su vida dio un vuelco. Por eso ha decido huir al fin del mundo suplantando a su hermana y así evitar ir a la cárcel.
Ya en el fin del mundo Carolina se siente totalmente fuera de lugar. Extraña su casa, sus comodidades, pero, sobre todo, su identidad. Para colmo, el hombre más poderoso de la isla es una especie de energúmeno que odia a las mujeres. Óscar León la saca de quicio y le atrae al mismo tiempo. Pero trata de no olvidar que fue a la isla para evitar la cárcel y no para enamorarse.